EL CLIMA EN SAHARA


El clima del Sáhara se caracteriza por tener pocas precipitaciones, días calurosos y noches frescas. Las mayores diferencias son en verano, volviéndose más caliente y seco y aumentando varios grados el contraste térmico entre el día y la noche y en invierno, con temperaturas más suaves durante el día pero mucho más frías de noche.

De una forma u otra, y al margen de cuando se decida viajar, el Sáhara es un entorno impredecible en el que tomar ciertas precauciones nunca sobran, como llevar gafas y crema solares, ropa transpirable y cómoda, gorra y pañuelo para proteger del sol y el viento y calzado robusto y que cubra el tobillo. Para la noche es recomendable llevar algo de ropa térmica, un gorro y saco de dormir.

 El clima de Marruecos, por zonas

A continuación te mostramos el clima de Marruecos, agrupado por diferentes zonas: el litoral atlántico, el norte mediterráneo, el centro y el sur. 

El litoral atlántico

En el litoral Atlántico, que se extiende hasta los límites del Sáhara Occidental, goza de inviernos suaves y templados, mientras que los veranos son cálidos. Es una zona muy ventosa durante todo el año y el agua está relativamente fría. Ten cuidado también con las corrientes oceánicas. A lo largo de la costa atlántica de Marruecos, entre los meses de mayo y agosto, una espesa niebla puede invadir todo por la mañana, dispersandose sobre las 13 o 14 horas. Se trata de un fenómeno meteorológico llamado “cielo blanco”.

El norte mediterráneo

La parte norte del país tiene un clima mediterráneo. Puede hacer mucho calor en las ciudades costeras en el comienzo de la primavera, mientras que el clima en el Rif es mucho más fresco. Chefchaouen sufre un invierno duro y es frecuente encontrarse con una espesa niebla en los caminos de montaña hasta muy entrada la primavera.

El centro, influenciado por el Atlas

En el centro del país, el clima es agradable durante los inviernos, pero los veranos son particularmente duros y áridos. Buena parte de la población habita las faldas de las montañas del Atlas, a menudo cubiertas de nieve. Los montes representan una buena protección contra su vecino oriental, Argelia. El pico más alto, Jebel Toubkal, es el punto más alto en el norte de África y se encuentra a 4167 metros sobre el nivel del mar. En algunas aldeas del entorno, no es raro que las nevadas superen 1 metro. De hecho, en las regiones más elevadas, el invierno puede resultar realmente glacial. En verano, en las montañas hace calor durante el día, pero frío por la noche.

El desértico sur

Más al sur, el clima es desértico. Aquí, las oscilaciones de temperatura entre el día y la noche son más acusadas si cabe. Si bien las máximas superan ampliamente los 45 ºC durante los días de verano, las noches de invierno pueden mostrar dos dígitos negativos.

 

Esta variedad de zonas climáticas se traduce también en una gran riqueza de paisajes. Entre las montañas y la costa atlántica aparecen altiplanos y llanuras fértiles bien irrigadas. En el extremo sur, en el límite del Anti-Atlas, surgen los desfiladeros con ríos que fluyen en sus bases, y se van secando gradualmente a medida que se adentran en la interminable arena y los paisajes pedregosos del inmenso Sahara.

 

Otra característica del clima de Marruecos son sus oscilaciones de temperatura, que pueden ser muy grandes en el mismo día. La insolación media anual es de 8 horas al día en Agadir, Fez, Marrakech y Ouarzazate, y la temperatura media en estas ciudades supera los 17° C.  El Chergui es un viento seco y caliente que sopla desde el este y a veces viene desde el desierto, empujando el mercurio unos cuantos grados hacia arriba.

Cuándo visitar Marruecos

Si te estás planteando cuándo visitar Marruecos, todo dependerá de la región que quieras visitar. En general, la primavera es la mejor época para visitar el país, cuando los árboles están en flor y los paisajes muestran toda su belleza.

 

Por otro lado, el otoño puede ser una buena estación para visitar las ciudades imperiales, cuyas medinas recobran toda su vitalidad tras el verano. Además, aunque los días son más cortos, el clima de Marruecos también es más suave en este periodo. La estación pluvial se extiende entre noviembre y abril, pero sólo llueve de manera ocasional.

 

En cambio, si vas a hacer un viaje por las regiones situadas al sur del Alto Atlas, es preferible hacerlo en el periodo de octubre a mayo, ya que en verano las temperaturas pueden alcanzar o superar los 45° C. El esquí invernal es otra opción válida para los meses de invierno en determinadas zonas del Alto Atlas, como la estación de esquí Michlifen en los alrededores de Ifrane.

 

Durante el verano la zona más recomendable de visitar es la costera, especialmente la atlántica: además de poder disfrutar de sus playas, el clima del Marruecos más occidental se soporta mejor que el del resto del país. En el norte, las temperaturas son relativamente templadas. Y si vas a hacer un viaje de trekking por el centro del país, te aconsejamos reservar previamente el alojamiento, especialmente si es temporada alta: la que va del 15 de junio al 15 de septiembre.